SCOTLAND YARD

“SCOTLAND YARD”

Carlos J. López Gobernado

Publicado en QdC nº 24.

En 1829, siendo Sir Robert Peel Home Secretary del gobierno británico se promulgó la ley de creación de la policía metropolitana de Londres (Metropolitan Police Act [1]). Debido a su creador los policías metropolitanos son denominados Peelers o por su apodo más extendido: Bobbies [2]. Peel nombró al coronel Charles Rowan y a Richard Mayne para poner en funcionamiento el nuevo cuerpo policial, comenzando su andadura con 895 policías, 88 sargentos, 20 inspectores y 8 superintendentes. Hoy en día cuenta con casi 49.000 personas trabajando en ella. Al fundarse la Met la policía marítima del río Támesis pasó a formar parte de ella, y posteriormente se unificó con la patrulla montada de Bow Street (1837) y, más recientemente, con la parte inglesa de la Royal Parks Constabulary (2004).

   La primera ubicación de la policía metropolitana londinense fue un edificio en el número 4 de  Whitehall Place, aquí es cuando comenzó a referirse a la policía como Scotland Yard [3], pero el origen de dicho nombre es desconocido y existen numerosas versiones sobre éste. En 1890 cambiaron de dirección, y posteriormente al edificio que actualmente ocupa Scotland Yard, en Broadway S.W.1,  inaugurado en  1967 y nombrado como su predecesor New Scotland Yard.

  La policía metropolitana es competente de cada uno de los distritos (boroughs) londinenses pero no de la City [4] de Londres que tiene su propio cuerpo de policía; a su vez, tienen jurisdicción a lo largo de toda Inglaterra y Gales, así como jurisdicción limitada en Escocia e Irlanda del Norte, sobretodo en funciones de protección de la familia Real británica y otras personalidades. En determinados delitos graves pueden hacerse cargo de las investigaciones iniciadas por otros cuerpos policiales con ámbitos competenciales limitados a una función o territorio (caso de la policía ferroviaria, British Transport Police; o la policía militar, Ministry of Defence Police).

   Desde la fundación de la Policía Metropolitana, el objetivo primario y principal de ésta era la prevención del delito [5], pero poco a poco se demostró que sería necesario, también, incrementar la persecución del delito cuando éste no hubiera podido evitarse.

 El departamento responsable de la investigación de los delitos es el denominado CID (Criminal Investigation Department) creado en 1878. El organismo central de investigación para la persecución de los delitos se denomina actualmente: Specialist Crime and Operations [6], que incluye, entre otros, las unidades de: Homicidios y Delitos Graves (Homicide and Major Crime),  Forenses (Forensic Services), Bandas y Delincuencia Organizada (Gangs and Organised Crime), etc. Hoy en día, además de los detectives de los órganos centrales, existen detectives en cada distrito policial (Borough Operational Command Units).

  Para ser detective en la Policía Metropolitana de Londres se exigen dos años de formación previa como agente uniformado. Tras pasar el tiempo exigido se puede echar la instancia, y quienes sean admitidos han de superar un curso de especialización. Durante el periodo de prácticas se les denomina Temporary Detective Constable. Al concluir el Curso Nacional Inicial del Programa de Desarrollo de Investigación Criminal, que dura aproximadamente unos dos años, se convierten finalmente en detectives. Los detectives tienen los mismos rangos que los policías uniformados, con la salvedad de anteponer la palabra detective al rango, así el policía (constable) si fuese detective sería un DC Detective Constable.

  Sir Henry Fielding, calificado como «el instrumento que condujo a la creación de la policía londinense» [7], a pesar de sus esfuerzos no mejoró mucho la seguridad de la ciudad, pero sí plantó el germen de la policía criminal al fundar los “aprehensores de ladrones” [8], quienes detuvieron a varias bandas de delincuentes.

   Desde el principio, se vio la necesidad de utilizar a agentes de paisano para combatir el crimen en Londres, y aunque comenzaron con éxito como fue el caso de septiembre de 1830 en la City (con las protestas subsiguientes por actuar en dicha jurisdicción), la popularidad de la nueva policía no era muy grande y sucesos como el asesinato de la señora Whillet no mejoraron esta percepción en la población, tampoco lo hizo la actuación del agente Popay como agente provocador. Lo cierto es que transcurrieron 13 años en la historia de Scotland Yard hasta que se fundó la rama de detectives (Detective Branch) que perduró hasta 1878. Tras el denominado caso “Good” [9], donde Daniel Good asesinó a una mujer y su cuerpo fue encontrado en un establo. Tras ello, Scotland Yard anunció la creación de una rama de investigación criminal con 8 miembros: 2 inspectores y 6 sargentos. En 1877 se juzgó a cuatro de los cinco responsables de los detectives quienes fueron condenados por conspirar con los delincuentes, hubo un fraude en el hipódromo, y esto supuso un gran impacto en la Policía Metropolitana. Por este motivo, Howard Vincent[x] fue nombrado director de Investigaciones Criminales de la policía, y se ocupó de reorganizar Scotland Yard y de la creación del CID, que se convertiría con el tiempo en una unidad respetada de detectives de paisano.

Son numerosos los casos en que Scotland Yard ha participado y, a modo de ejemplo, podemos citar los siguientes:

  El asesinato de Hampstead. En 1845 se produjo la primera investigación criminal por parte de los detectives, quienes levantaron el atestado por la muerte de J. Delarue  a manos de T.E. Hocker por el amor de una mujer.

  Los asesinatos de Whitechapel [11]. Cometidos por Jack El Destripador, quien mató al menos a cinco prostitutas entre 1888 y 1891. Pese al buen hacer del inspector Abberline, la presión popular fue enorme [12] y la investigación llegó a un punto muerto, quedando sin resolver. Aún no se conoce la identidad del autor de los crímenes.

  El asesinato de Road Hill House [13]. El inspector Whicher sospechó desde un principio de la hija mayor de los señores Kent, Constance que contaba con 16 años en 1860, como artífice del asesinato de su hermanastro Savill. Whicher no obtuvo el respaldo necesario, ni la habilidad de sus homólogos rurales para demostrar sus teorías. Hasta que no se declaró culpable años más tarde, el inspector no obtuvo refutada su investigación.

  Los asesinatos de Brides in the Bath. El delincuente en serie Geoge Joseph Smith, fue sentenciado a la pena capital en 1915 por las muertes de tres mujeres.

   Los asesinatos de Muswell Hill. Entre 1978 y 1983 Dennis Nilsen, criminal en serie, asesinó al menos a 15 hombres y niños. El asesino conservaba los cadáveres para actos sexuales, y se deshacía de partes de los cuerpos quemándolos o los tiraba en desagües. Algunos restos se encontraron en su casa de Muswell Hill cuando la policía lo detuvo.

   Los violadores del tren. Entre 1982 y 1986 John Duffy y David Mulcahy violaron a 18 mujeres en estaciones de tren o sus alrededores, en Londres y el sudeste de Inglaterra. Scotland Yard trabajó con otros cuerpos policiales para resolver los crímenes. La policía buscaba nuevas vías de investigación para atrapar a los violadores y, en 1985, el profesor David Canter fue invitado por, los entonces, Superintendente Jefe de Detectives Thelma Wagstaff y el Inspector Jefe de Detectives John Grieve para exponer nuevas ideas. Los mapas elaborados a partir de las violaciones y asesinatos de Duffy en Londres fueron un gran empuje en la investigación de la perfilación geográfica [14], basada en parte en la obra de John Snow sobre la investigación de los brotes de cólera en Londres [15]. Duffy fue condenado a prisión en 1988 pero Mulcahy no lo fue hasta 2001.

  El estrangulador de Stockwell. En 1986 Kenneth Erskine atacó a varios ancianos en Stockwell, entrando en sus domicilios y posteriormente los estranguló. Muchas de las víctimas fueron violadas antes de ser asesinadas. En 2009 se rebajó la pena de asesinato a homicidio por apreciarle el tribunal de apelación mermadas sus facultades mentales.

   El asesino de gays. En 1993, Colin Ireland, un ex soldado británico, torturó y asesinó a cinco homosexuales para ganar notoriedad, puesto que había leído que cinco asesinatos lo convertían en asesino en serie.

[1] http://www.legislation.gov.uk/ukpga/Geo4/10/44/contents

[2] El diminutivo de Robert en inglés es Bob.

[3] Moss, Alan; Skinner, Keith (2006). The Scotland Yard Files: Milestones in Crime Detection. London: The National Archives. Pág. 16.

[4] La City de Londres ocupa una milla cuadrada dentro del Gran Londres, y sus límites son casi los mismos que la muralla defensiva romana del s. I d.C., construida para defender el puerto.

[5] «(…) el objetivo principal que debe lograrse es la prevención del crimen. A esto debe tender todo el esfuerzo de la Policía. La seguridad de la propiedad personal, la conservación de la tranquilidad pública… se conseguirán así de un modo más eficaz que por el descubrimiento y el castigo del delincuente después de cometido el crimen…». Pág. 67. Thomson, Basil (1937). La historia de Scotland Yard. Madrid: Espasa-Calpe.

[6] http://content.met.police.uk/Site/specialistcrimeoperations

[7] Thomson, Basil (1937). La historia de Scotland Yard. Madrid: Espasa-Calpe. Pág. 25.

[8] Ídem, pág. 28

[9] Ídem, pág. 97. Moss, Alan; Skinner, Keith (2006). The Scotland Yard Files: Milestones in Crime Detection. London: The National Archives. Pág. 24.

[10] Thomson, Basil (1937). La historia de Scotland Yard. Madrid: Espasa-Calpe. Pág.161.

[11] «Jack El Destripador está considerado el primer asesino en serie de la era moderna. Su caso supuso el fin de una época y el comienzo de otra, dominada ésta por las nuevas ciencias forenses (…). La investigación del Destripador había puesto de manifiesto las enormes carencias que Scotland Yard poseía en materia criminal. Abberline está hoy considerado un paradigma de la investigación criminal, pero aquella fue una tarea que le superó» pág. 235-239. Rámila, Janire (2011). Depredadores Humanos. Madrid: Nowtilus.

[12] «la presión popular y la repercusión del crimen en los periódicos propiciaron las primeras críticas hacia la actuación policial». Rámila, Janire (2010). La maldición de Whitechapel. Campanillas: Aladena. Pág. 57.

[13] 35-41 dj.

[14] Canter, David (2000). Criminal Shadows. Irving (TX): Authorlink Press. Pág. 26-39.

[15] Snow, John (2008). «On the Mode of Communication of Cholera» publicado en Principles of Geographical Offender Profiling. Aldershot: Ashgate.

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